¿Porqué mi hijo es estreñido: Cómo lo puedo ayudar?
Es extraño que como madres nos pasamos mucho tiempo del día pensando en la popo cuando tenemos hijos pequeños. Es un tema que no muchas mamás tomábamos en cuenta hasta que nacieron nuestros hijos y que nunca nos habíamos puesto a analizar.
Todas queremos que nos resuelvan la duda de por qué nuestro niño presenta estreñimiento. Es importante saber que el estreñimiento no es sólo el resultado directo de la comida que entra a nuestra boca y éste puede deberse a varias causas:
* Cambios en su alimentación.
* Cambios en su nivel de actividad física.
* Falta del consumo de agua.Falta de consumo de fibra (frutas y verduras, cereales integrales, leguminosas).
* Alto consumo de lácteos.
* Efecto secundario de algunos medicamentos.
* Cambio en la microflora intestinal por medicamentos o alguna infección.
* Estrés, ansiedad, miedo.
A menudo observamos una relación entre los niños que no comen bien o son clasificados como “picky” y el estreñimiento. ¿Será que el estreñimiento puede exacerbar los comportamientos de los niños “picky”? Analizaremos algunas circunstancias:
Si tenemos un niño con estreñimiento solemos estar muy al pendiente de lo que está comiendo, esto puede generar presión a la hora de las comidas en nuestros hijos, ansiedad y por lo tanto puede afectar la relación que tienen con la comida.
Muchas veces las mamás hacemos comentarios como “es porque no comes verduras” y esto causa más ansiedad en los pequeños suprimiendo su apetito aún más. Muchos de estos pequeños no comen lo que les ofrecemos a la hora de sentarnos en la mesa con toda la familia, pero para no dejarlos con hambre recurrimos a darles lo que si les gusta que es en su mayoría, alimentos procesados o su leche que puede estreñirlos aún más.
Otra causa muy importante por la cual los niños “no quieren ir al baño” y sufren a su vez de estreñimiento es porque les da miedo, los motivos más comunes por lo que sienten miedo son:
Perder sensación de control y bienestar.
Perder o desprenderse de una parte de su cuerpo.
Repetir una mala experiencia (por ejemplo la reacción negativa de algún adulto o que lo hayan hecho pasar demasiado tiempo sentado en el escusado, o que al jalarle se haya asustado).
Asociación de dolor con ir al baño.
¿Qué tips podemos darte? Cambios que podemos hacer en su alimentación:
Incluir frutas en su alimentación permite que consuman fibra; es importante que las consuman con cáscara; pera, ciruela, ciruela pasa, chabacano, manzana y durazno son las que más se suelen recomendar por su efecto laxante.
Todos los días los niños necesitan consumir verduras, no sólo en sopa de verduras, sino ofrecerles las verduras crudas que suelen tener una mayor cantidad de fibra.
Cambiar los cereales y el pan por integrales o de granos enteros.
El estado de hidratación en los niños es muy importante. Asegúrate que al día consume mínimo 3-5 vasos de agua natural.
Crear el hábito de entrar al baño: Muchos niños no destinan tiempo para ir al baño por estar concentrados en otras rutinas y actividades, a veces simplemente no van porque no quieren interrumpir su juego.
Cuando un niño tiene ganas pero no va, la popo se hace dura y si se convierte en un hábito de esperarse mucho se puede comenzar a perder la percepción sensorial del esfínter y la señal que nos da el cuerpo para ir al baño.
Encontrar un momento de tranquilidad destinado para que los niños puedan ir al baño empezará a crear esta rutina y permitirá que ese momento sea placentero. Un ratito después de las comidas es un momento especialmente bueno para favorecer la evacuación.
Miedo, ansiedad y causas emocionales: Lo más importante es entender que cuando hay una dificultad emocional respecto a este tema el niño no entra al baño porque no puede y no porque no quiere, por lo que debemos ser empáticos dando siempre mensajes amorosos y de confianza, evitando enojarnos o ridiculizar al niño por esta situación.
Te recomendamos: Ser su modelo - recuerda que los niños aprenden por imitación, si tu niño observa que sus padres van al baño por rutina y se sienten “cómodos” al despedirse de su popo se irán empapando poco a poco de esta actitud cómoda, alegre y normal. Intenta mandarle este mensaje con frases divertidas como: “Adiós popo, ya no te necesito, buen viaje por las tuberías”
Si notas que el escusado es muy amenazante busca una bacinica, decórenla e intenten de nuevo.Si hace popo en el calzón o en algún otro lugar es importante que no te enganches, sin caras serias, ni regaños, con actitud serena y positiva que vea como tiran la popo al escusado despidiéndose de ella.Hay que promover rutinas de vistitas al baño, éstas deben ser relajadas y cortas, no más de 5 o 7 minutos en el baño.
Mientras esté sentado que amase plastilina, escuche música o lea un cuento, esto, entre otras cosas, ayuda a relajar el esfínter y “distrae” al niño del miedo. Algo que también puede ayudar mientras está sentado es frotarle suavemente la zona lumbar, diciendo mensajes cariñosos, como “Tú puedes y yo te voy a ayudar”.Asimismo es importante cuidar la postura tratando de que sus pies estén colocados en un banquito o un descansa pies. Lean cuentos, inventen juegos y entiendan ¿Qué es la popo?, ¿Qué hace en mi cuerpo?, ¿De dónde viene? y ¿Por qué ayudará a mi pancita sacarla? El conocer un poco más a detalle el tema lo ayudará a resolver muchas dudas y a reducir su ansiedad.Jueguen con cosas de amasar y manipulen con las manos diferentes texturas.
Si sientes que el tema te está rebasando no dudes en asistir con un nutriólogo infantil que pueda analizar la dieta de tu pequeño, y/o con algún psicoterapeuta especialista, pues dejar este tema sin atender es dejar que una bola de nieve siga creciendo y puede derivar situaciones emocionales más complejas. También es importante consultar con el pediatra sobre el uso de probióticos o algún medicamento para que las heces no sean tan duras, recuerda que el uso de laxantes sólo debe consumirse cuando existe una patología diagnosticada por el pediatra.
Agradecemos la colaboración de Punto de Partida. @puntodepartidaonline.
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