¡¡¡¡Atención!!!!
Cuando tenemos a un chiquit@ con problemas para comer solemos cometer algunos errores que son normales pero podemos evitarlos.
>>Creer que es nuestra culpa.
Los momentos de estrés seguramente te harán sentir culpable, recuerda que todas las decisiones que tomaste las hiciste con la información que tenías.
No todos los niños son iguales, así que muchas de las recomendaciones que te puedan hacer probablemente no te estén funcionando y esto hace que te frustres aún más o que pienses que lo estás haciendo mal porque no funciona con tu hij@.
>>Creer que como padres nuestro trabajo es convencer a nuestro hij@ a comer.
Al presionar a tu hij@ para comer en realidad estás provocando que tenga menos apetito.
Presión = estrés = reducción de apetito y mala experiencia con los alimentos.
>>Ofrecer alternativas.
Cuando ofrecemos alternativas nuestr@s hijos optarán por comer estas y no se animarán a probar nuevas cosas.
>>Creer que la cosa más importante en las comidas es que nuestro hij@ coma.
Te invitamos a cambiar esta concepción, enfócate en hacer la comida un evento social y de convivencia.
Al dejar de darle importancia, podemos romper con alguna causa socio-afectiva y mejorar la relación del niño con los alimentos.
>>No tener estructura. Al permitir que nuestros hij@s coman todo el día (snacking) estamos creando un círculo vicioso en donde el niñ@ llega sin apetito a las comidas, pero luego tiene hambre a deshoras.
¿Te sientes identificada con esto? Estás cometiendo alguno de estos errores?
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